miércoles, 2 de abril de 2008

SON ELLAS



Me obligó Señor Juez, me obligó. Hube de beber incontenida, salvaje. Cada vez que iba al baño me miraba al espejo diciendo “puedo” y salía armada de coraje para seguir bebiendo, porque ella me obligaba, Señor Juez, a consumir hasta la última gota quedada en el vaso.

¡Maldición! Nadie va a creer esta historia, diversos Jueces me han oído repetir lo mismo y ahora que tengo ganas de no continuar me aparece un Usia que atendió mi caso el mes anterior.

Ahora, no me vendrá con lo mismo, dijo certero. Jamás, respondí, Jamás Señor Juez, fueron ellas.

Y me abrí la blusa mostrando mis senos.

No hay comentarios.: