martes, 22 de julio de 2008

Venganza



¡Qué tiempo sin verte! Veo que has perdido la costumbre del mirar prolongado, conversar con las sombras y erotizar al viento. Ya sabes, me encantas cuando te desnudas o vistes sin mirarme, sin mirarte la gorda y seca vejez ganada, que llevas en tu futuro cadáver, perdón en tu cuerpo.

Dice en forma irónica y arrogante, seguro de su verdad, gracias al siglo que tiene de existencia. Sabe con certeza, que me precederá.

Como no soporto sus altanerías y para no arrojarme encima siete años de mala suerte, a modo de venganza, cubro al maldito espejo con un trozo de tela, apago luz y sonrío maliciosa, mientras me grita enfurecido ¡No te pierdas!

5 comentarios:

Camille Stein dijo...

las batallas ganadas al espejo nos otorgan un punto más de inmortalidad

hermoso texto :)

un beso

Asrham Rayeuk dijo...

Excelente texto, alguna vez escribi algo para ese maravilloso objeto que nos regala los misterios de una imagen.

profetabar dijo...

Camille, el tema del espejo es algo que siempre me ha obsesionado

profetabar dijo...

Asrham, el espejo ¿quien puede negarse a su encanto? ¿quién no muere al mirarse hacia adentro?

TORO SALVAJE dijo...

Matar a un notario como ese no sirve de nada, y encima siete años de condena.

Mejor ocultarlo, si.

Besos.